
La parte principal de todos los sistemas de nebulización son las boquillas, sin importar si son de baja o alta presión. Al momento de elegir, solo hay un factor determinante: la eficacia de la pulverización y el nivel de finura de la niebla generada.
El proceso físico de la nebulización
El principio de funcionamiento de la nebulización artificial no es complicado. El agua, previamente purificada de impurezas y sales, es impulsada a través de las boquillas a una presión de 7 a 100 bar mediante una bomba. Las boquillas están compuestas por varias partes:
- Enderezador de flujo o vórtice, que ayuda a estabilizar el flujo de agua y eliminar turbulencias.
- Filtros.
- Válvula anti-goteo, que corta el suministro de agua cuando la bomba se apaga. Se compone de una aguja o bola con resorte.
- Anillos de sellado.
- Cabeza de la boquilla con el orificio de salida.
El cuerpo y la cabeza de la boquilla están fabricados en latón niquelado o acero inoxidable. La vida útil del orificio de salida depende en gran medida del material con el que está fabricado. Las boquillas más duraderas son aquellas en las que el orificio está hecho directamente en la cabeza de acero inoxidable, aunque también son las más costosas. Con mayor frecuencia, se utilizan insertos de carburo de tungsteno, aluminio o silicio. Las inserciones de corindón (rubí sintético) ofrecen una excelente geometría del chorro y una alta resistencia al desgaste, manteniendo su forma intacta incluso después de cinco años de uso.
Un factor clave: la calidad del agua
Un aspecto importante es que el diámetro de los orificios de las boquillas es extremadamente pequeño, de 0,10 a 1,0 mm. Si el agua contiene altos niveles de hierro o sales, los orificios pueden obstruirse fácilmente, y un filtro integrado no siempre será suficiente para evitarlo. Por lo tanto, se recomienda utilizar exclusivamente agua tratada.
Diferencias entre boquillas de alta y baja presión
Las boquillas de alta presión no difieren demasiado de las de baja presión, pero tienen algunas características clave:
- Las boquillas de alta presión requieren un mínimo de 30 bar para funcionar, ya que, de lo contrario, la válvula anti-goteo no se abrirá. El diámetro del orificio de salida varía entre 0,15 mm y 0,5 mm.
- Las boquillas de baja presión tienen orificios de mayor diámetro, de 0,3 mm a 1,0 mm, y su válvula anti-goteo se abre a una presión de 1-2 bares.
Aplicaciones de las boquillas de nebulización artificial
El tamaño de las partículas de la niebla depende directamente del diámetro del orificio de salida.
- Orificios más grandes se utilizan para control de polvo en fábricas, invernaderos y tiendas.
- Orificios más pequeños se usan en oficinas y terrazas de verano para aumentar la humedad y reducir la temperatura.
Al elegir boquillas, es fundamental verificar la uniformidad del chorro de nebulización. Si la pulverización está desequilibrada, es probable que en un lado salga más agua en forma de gotas, lo que puede generar charcos debajo de la boquilla.
Errores comunes y cómo evitarlos
Si se utilizan boquillas con insertos de baja calidad, la alta presión agrandará su diámetro en pocos meses, provocando que en lugar de niebla salgan gotas de agua, lo que causará un aumento en el consumo de agua y un desgaste prematuro de la bomba.
Para evitar problemas con la tecnología de nebulización artificial, es mejor invertir un poco más en productos de marcas reconocidas y de alta calidad, en lugar de comprar copias baratas de baja durabilidad.